Qué suerte tuve, tan sólo me adelantaron ocho horas la vuelta. Además de tener que chuparme dos despegues con sus correspondientes aterrizajes para un salto de 40 minutos. Todavía me duele un oído. Ah, y tres euros por una cerveza asquerosa.
No sé qué pasa, Blogger no me deja subir imágenes. Habrá que enlazar...
6.12.06
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