21.11.05

Gorriones

En Torrejón -del Mojón, luego te cuento- mientras esperaba al tren tras una visita turística, me han posado unos pájaros a los que no podía hacer un feo. Ahí están, con Pardalinho, el mago diez.
Ya es que sueño con los tres dedos enhiestos.

Como te decía, los adornos para no sé qué fiesta que se estaban montando pendían como el mojón de Damocles sobre mi -y otras- cabeza. Mira, mira.

Resacón sentimental, sólo era tal. Estas palabras están condicionadas.

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