Se me apareció un charco
reluciente
donde la niebla se acumula
emparedada,
donde el ojo asoma
circulado
por la ternura cánida,
amor de perro,
seminublado,
fatigosamente tormentoso.
Mas la luz se funde entre las nubes mojadas
irisadas
de Sueño matinal inolvidable,
esparcido
entre trago, mordisco y vistazo.
De cabo a rabo leo,
releo,
ladrilla mi pesadilla
nauseabunda
colgando cuarzo del cielo,
colgando.
2.11.05
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