6.4.08

Lázaro

Lázaro, como tal vez sepas, no sale de su asombro. Sin comerlo ni beberlo se encuentra conque la sola mención de su nombre lleva encadenada una maldición cuasi congénita que lo relaciona íntimamente con la desgracia. Es una bondad tener otro nombre. Agradecido quedo. Y Tal.

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