21.1.06

O'O


Mientras pude jugué al fútbol. Desde la infancia ha sido una de mis actividades preferidas. Ahora, a mis cincuenta, arrastro un ligamento roto y un esguince sin tratar. Aquél en la rodilla, éste en el tobillo. Puedo caminar, con cierta inestabilidad, no pasa nada. Me pegaban tanto -su recurso- como goles les metía -mi risa-.
Mi puesto, número, era el de nueve. Sé lo que se necesita para ser bueno y lo imprescindible para ser el mejor.
Escribo sobre Eto'o, el mejor nueve del mundo profesional que he visto.
He vivido en Mallorca veinte años. Le he admirado partido tras partido. Su lucha, su ambición, su increíble progresión. El Negro era buenísimo. "Recé" para que se lo trajera el Atleti...
Escupir a un contrario en la cara es provocar al límite. Es algo tan degradante para quien lo haga que puede conseguir que en la memoria colectiva destaque su asquerosa prepotencia sobre cualquiera de sus enormes cualidades. Usted sabe que no ha terminado -ni lo hará, la mejor de sus virtudes- de aprender.
Eto'o, por favor, me gusta tanto su fútbol que me dolió verle actuar como lo hizo. No vuelva a hacerme nada parecido, no me escupa nunca más.
Gracias por todo lo demás.

No hay comentarios: